martes, 23 de octubre de 2012

Acebuche "El Imperfecto"

Comienzo este blog con uno de los árboles que más tiempo lleva en mi jardín. Lo llamo "El imperfecto" porque yo en principio no supe ver el "defecto" que el árbol poseía. A mi, me atrajo su potente y ancho nebari (véase referencia del encendedor en la base), entonces con eso me bastaba para crear un buen bonsái. Siempre con la fijación en mente de crear un doble tronco. Con el tiempo pude aprender que no se podía considerar como tal porque los troncos no nacen directamente del nebari.

El árbol fue creciendo con el diseño preestablecido del doble tronco como comenté anteriormente. En esta foto se puede apreciar ya un primer diseño de las ramas principales que yo creía convenientes para formar la estructura del futuro bonsái.
En esta foto se puede ver como los verdes iban densificando poco a poco. Creo que fué por esta época cuando empecé a ser consciente de "el defecto" de este acebuche, y a partir de aquí comenzó un eterno dilema que me persiguió durante tiempo: correguir "el defecto". La única solución que le encontraba era suprimir uno de los dos troncos. Estaba claro que suprimir el principal no era viable porque el pequeño no tenía cualidades para convertirse en un tronco que acompañara al potente nebari. Y suprimir el pequeño tampoco me agradaba porque veía difícil encontrar un diseño en el cual encajar un nebari tan ancho con un tronco tan delgado y con poco caracter. Lo dicho, un verdadero dilema  de aficionado principiante... 
Como las dudas seguían existiendo y solución para el problema no tenía yo seguí en mis trece de cultivar el árbol como un doble tronco aunque fuera "imperfecto". Aquí se puede ver al árbol con la maceta que lo acababa de poner (por cierto que le quedaba fatal).

En el año 2009, tuve la suerte de asistir a un taller con José Manuel Frontán en el Club Bonsái Toledo,  y al fin tuve una solución al dilema que tanto me rondaba con respecto a los dos troncos. José Manuel, me sugirió girar el árbol unos grados en el sentido de las agujas del reloj para así disimular el nacimiento tan alto de los dos troncos. Los alambres clavados en el suelo de la maceta indican el futuro frente del árbol De esta manera se hace menos evidente el  famoso defecto y el árbol gana en progundidad. En esta última foto se ve el resultado del taller con Frontán, del cual podimos comprobar que es un verdadero genio a la hora de colocar masas de verde entre otras muchas cualidades.





                        Esta última foto es de principio de verano de 2012. Ya en otra maceta que creo que encaja mejor con el estilo del árbol. En el trasplante giré el frente del árbol como me indicó Frontán, aunque creo que no lo suficiente. Para el próximo trasplante lo tendré que corregir. El árbol en los dos últimos dos años ha tenido una retirada de savia importante desde el nebari hasta el shari del tronco principal, lo que me ha echo replantearme darle al árbol un par de años sabáticos en cuanto a pinzados para potenciar los flujos de savia por el tronco y evitar más retiradas. También quisiera destacar un error en el que caí en la formación de este acebuche. En principio di  más importancia a formar la estructura del árbol que a crear ramas gruesas, por lo que se puede ver en este ejemplar una copa ya más o menos formada pero con unas ramas del grosor de poco más que un lapicero, esto es lo que llama David Benavente en sus estupendos artículos, empezar la casa por el tejado. En breve seguiré mostrando la evolución de "El imperfecto".